Al fondo de un oscuro callejón, bajo la luz parpadeante de una bombilla
medio fundida, se encontraba el hogar de la muerte. Al girar el picaporte de la
extravagante puerta de piedra contemplé una vidriera de diminutos huesos
envueltos en polvo. Junto a ellos unas extrañas inscripciones que parecían
haberse desgastado con el paso de los años. A la derecha de la estantería había
un montón de mujeres en ropa interior que sostenían en sus manos algo que se
asemejaba a un antifaz, a la izquierda un gran número de hombres que por alguna
razón mantenían sus rostros inexpresivos. Al fondo de la habitación se
encontraba un hombre sentado sobre una pila de cojines.
Su aspecto era no menos sorprendente que la propia sala. Tenía un sombrero
puntiagudo, unas cejas gruesas, una nariz seria y unos ojos grises que le
hacían juego con su vestidura.
Al acercarme a él, le pregunté:
- Perdón, como he llegado hasta aquí.
La respuesta se hizo esperar, mientras tanto el hombre se dio la media
vuelta y contestó:
Hombre - Tú me has llamado
Incrédulo ante su respuesta no supe como reaccionar pero al instante:
Hombre - Fuíste tú quién buscaba respuestas. Fuiste tú quien no podía
entender nada y necesitabas comprensión, tú eras el que llorabas al sentirte
diferente de todo cuanto te rodea y ahora te sientes indefenso.
Un escalofrio recorrió mi cuerpo.
Hombre - Tranquilo, no tienes de que temer.
- Quién eres y qué esta pasando aquí.
Hombre - Yo soy tú , soy lo que quieras ser, puedes manipularme a tu antojo,
pero tu eliges en que quieres convertirnos. Mira a tu alrededor, todo esto es
un escaparate, fíjate en los rostros sin expresión idénticos de cuantos puedas
ver en ese montón, hombres sin corazón ni sentimientos, movidos por algo
llamado "sociedad" que les incita a ser todos iguales. Todos tienen
en común un mismo fin pero pueden mostrar mil etiquetas.
Las mujeres sin embargo no tienen la misma cara estúpida que la de los
hombres pero casi todas llevan un antifaz, esté es usado bajo el nombre de
hipocresía y responde a todo cuanto no se desea cargar ya que siempre ahí un fin
marcado.
Tu eres yo y yo soy tú, yo soy el tú que quieres ver libre y angustiado y su
principio vital es empezar a ser tú. Puede que el mundo sea un escaparate, puede
que todo tenga un mismo fin pero que hay de malo en intentar crearlo...
A la mañana siguiente las líneas de luz de mis persianas me despertaron, al
instante sonó el despertador, el desayuno estaba listo y la mochila
preparada...Hoy es otro día.
lunes, 19 de enero de 2009
martes, 6 de enero de 2009
Colgado.
-Tienes ganas de comer? Pregunté.
-Lo siento, he de ir a mi casa, ya son más de las nueve y tendré que hacer la cena allí,pero no te enfades, sabes que si pudiera, cenaria contigo mi amor.
-Ningún problema
-Te pasa algo?
-No, solo que tenía intención de pasar un rato más contigo.
(risas)
-No seas bobo, sabes que mañana volverás a verme.
-Pero es que el tiempo pasa demasiado rápido cuando estás conmigo.
-No podemos hacer nada para remediarlo pero ten, te daré esto.
-Que es?
-Es una pulsera, elige de entre todas estás.
-Llevas muchas puestas, me cuesta decidirme....De acuerdo, elijo esta.
-Tienes buen gusto, cuando me extrañes mirala y recuerda que faltará menos para volver a vernos.
-Muchas gracias.
A la mañana siguiente desperté entre un cúmulo de mantas apiñado en el lateral de mi cama. Debí haberme movido mucho aquella noche. Ya era cerca del medio día. Salí en mi rutina habitual a comprar el pan a la tienda de la esquina. De repente, cual fué mi sorpresa al descubrir que en la tienda se encontraba ella tan fascinante como siempre.
-Que casualidad encontranos!
-Si.... me ale...gra mucho verte-
-Te noto triste, que te ha pasado.
-He perdido una pulsera.
-No te preocupes, tienes multitud.
-Si... no es nada todo está solucionado.
-Está tarde iré a comprarme otra y solucionado.
-Como quieras...Nos vemos en la noche cuídate.
-Hasta la noche.
Al doblar la esquina de regreso a mi casa encontré tirada en el suelo la pulsera perdida.No veas que felíz se pondrá esta noche pensé y entre sonrisas volví a mi casa donde me esperaban con la mesa puesta.
-Como has tardado, lanzó mi padre, no ves que somos una familia y debemos comer todos juntos?¿Qué has estado haciendo?
-Había mucho cola en la panaderia, eso es todo.
-Sientate.
-Que llevas en la muñeca.
-Una pulsera que me a regalado un amigo.
-Un amigo dices?
-Sí.
-No trates de mentir a tu padre que ya sabes que más sabe el diablo por viejo que por diablo. Y tu padre no está chocho como tú piensas y se da cuenta de las cosas. Andaté con cuidado, ultimamente haces cada vez menos cosas siempre encerrado en tu habitación, no tocas los libros y siempre estás mirando los relojes.
-Tranquilo padre no tienes por que preocuparte de nada estoy bien.
Slassshhshs.
Una bofetada sacudio mi rostro de lleno.
-Estas son tus verdaderas notas, cierto?
-Ni tan siquiera te preocupastes de romper tus verdaderas notas. Eres un desastre, vete a tu cuarto que no quiero verte más.
En la tarde fuí a la plaza.
-Llegas muy tarde.
-Lo siento , me distraje. Con quién voy?
-Con nadie.
-Pero...
-Estamos hartos de que siempre hagas lo mismo. No tenemos ganas de empezar lo que ya está empezado.
-Que os den por el culo.Adiós
Una ducha fria, la mejor de las camisas, pantalones recién planchados ,y unos zapatos que brillaban como el mismo oro. Mi cita estaba próxima, todo lo que realmente me importaba presidía aquella noche del 20 de Enero.
Llegué media hora antes de lo acordado.Los minutos, eternos caian sobre mi conciencia que se acelaraba cada vez más.La hora se hizo y llegó el momento, pero no apereció. Se demoró más de lo que nunca antes lo había echo. Y derrepente una voz apaciguó mi intranquilidad.
-Cielos estabá asustado. Pensé que no llegabas...Te ocurré algo?
-...
-Tienes la misma cara que está mañana en la panaderia.Que te ocurré?
-Lo dejamos.
-........que pasa....?
-Lo siento, adiós...
A lo lejos una silueta desaparenciendo en la oscuridad. Yo sentado en el mismo suelo cubierto de polvo, incrédulo ante lo acontencido, giré mi cabeza y allí yacía una pulsera entre desechos arrastrados por el viento. Una pulsera, pensé ....Soy una pulsera.
-Lo siento, he de ir a mi casa, ya son más de las nueve y tendré que hacer la cena allí,pero no te enfades, sabes que si pudiera, cenaria contigo mi amor.
-Ningún problema
-Te pasa algo?
-No, solo que tenía intención de pasar un rato más contigo.
(risas)
-No seas bobo, sabes que mañana volverás a verme.
-Pero es que el tiempo pasa demasiado rápido cuando estás conmigo.
-No podemos hacer nada para remediarlo pero ten, te daré esto.
-Que es?
-Es una pulsera, elige de entre todas estás.
-Llevas muchas puestas, me cuesta decidirme....De acuerdo, elijo esta.
-Tienes buen gusto, cuando me extrañes mirala y recuerda que faltará menos para volver a vernos.
-Muchas gracias.
A la mañana siguiente desperté entre un cúmulo de mantas apiñado en el lateral de mi cama. Debí haberme movido mucho aquella noche. Ya era cerca del medio día. Salí en mi rutina habitual a comprar el pan a la tienda de la esquina. De repente, cual fué mi sorpresa al descubrir que en la tienda se encontraba ella tan fascinante como siempre.
-Que casualidad encontranos!
-Si.... me ale...gra mucho verte-
-Te noto triste, que te ha pasado.
-He perdido una pulsera.
-No te preocupes, tienes multitud.
-Si... no es nada todo está solucionado.
-Está tarde iré a comprarme otra y solucionado.
-Como quieras...Nos vemos en la noche cuídate.
-Hasta la noche.
Al doblar la esquina de regreso a mi casa encontré tirada en el suelo la pulsera perdida.No veas que felíz se pondrá esta noche pensé y entre sonrisas volví a mi casa donde me esperaban con la mesa puesta.
-Como has tardado, lanzó mi padre, no ves que somos una familia y debemos comer todos juntos?¿Qué has estado haciendo?
-Había mucho cola en la panaderia, eso es todo.
-Sientate.
-Que llevas en la muñeca.
-Una pulsera que me a regalado un amigo.
-Un amigo dices?
-Sí.
-No trates de mentir a tu padre que ya sabes que más sabe el diablo por viejo que por diablo. Y tu padre no está chocho como tú piensas y se da cuenta de las cosas. Andaté con cuidado, ultimamente haces cada vez menos cosas siempre encerrado en tu habitación, no tocas los libros y siempre estás mirando los relojes.
-Tranquilo padre no tienes por que preocuparte de nada estoy bien.
Slassshhshs.
Una bofetada sacudio mi rostro de lleno.
-Estas son tus verdaderas notas, cierto?
-Ni tan siquiera te preocupastes de romper tus verdaderas notas. Eres un desastre, vete a tu cuarto que no quiero verte más.
En la tarde fuí a la plaza.
-Llegas muy tarde.
-Lo siento , me distraje. Con quién voy?
-Con nadie.
-Pero...
-Estamos hartos de que siempre hagas lo mismo. No tenemos ganas de empezar lo que ya está empezado.
-Que os den por el culo.Adiós
Una ducha fria, la mejor de las camisas, pantalones recién planchados ,y unos zapatos que brillaban como el mismo oro. Mi cita estaba próxima, todo lo que realmente me importaba presidía aquella noche del 20 de Enero.
Llegué media hora antes de lo acordado.Los minutos, eternos caian sobre mi conciencia que se acelaraba cada vez más.La hora se hizo y llegó el momento, pero no apereció. Se demoró más de lo que nunca antes lo había echo. Y derrepente una voz apaciguó mi intranquilidad.
-Cielos estabá asustado. Pensé que no llegabas...Te ocurré algo?
-...
-Tienes la misma cara que está mañana en la panaderia.Que te ocurré?
-Lo dejamos.
-........que pasa....?
-Lo siento, adiós...
A lo lejos una silueta desaparenciendo en la oscuridad. Yo sentado en el mismo suelo cubierto de polvo, incrédulo ante lo acontencido, giré mi cabeza y allí yacía una pulsera entre desechos arrastrados por el viento. Una pulsera, pensé ....Soy una pulsera.
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