Tres años han pasado desde la última vez ... Tiene gracia, cada vez
que miro mi blogg y me veo ahí, tirándome el royo, lanzando la piedra y
escondiendo la mano, mostrando un alma vacía, que cree estar llena ... El
tiempo pasa, y al menos me voy dando cuenta, que no hay mayor mentira que
engañarse a uno mismo.
Me resulta bastante difícil decir algo cuando se tiene la idea, pero no el
concepto, y justamente de esto se trata. Una vida llena de ideas y percepciones
pero demasiado abstracta para entenderla.
Los principios siempre son difíciles, pero puede resultar siempre más
sencillo, si se aprende a comprender, y matizar en nuestros sentimientos, y
abrir los ojos al mundo me ha dado libertad, pero a veces me gustaría volver a
cerrarlos cuando veo, que la hipocresía esta latente en todos lados, el odio,
la envidia, y la avaricia, escondida entre más hipocresía y una falsa modestia. Y lo peor
de todo es darse cuenta, que a veces para sobrevivir, se ha de imitar todas
esas conductas.
Todos quieren dominar y nadie quiere ser dominado hasta que la resignación
se apodera. Desde que nacemos, hasta que morimos, una vida, unas tablas, pero
muy pocas veces esas tablas son nuestras.
Una vez, escuche críticas a un chico que robaba, todas hacia él, limitándose
a no buscar otra alternativa al motivo de su comportamiento. Dicho queda, que
el hijo de una drogadependiente y un borracho probablemente no llegaría a ser un
abogado de renombre. Un consentido, no valorara nada y un tullido, generará
lástima la cual hará que su sentimiento de minusvalía aumente.
Que suerte hay que tener al nacer y cuantas vendas que quitar.
Tres años para comprender, que la vida es una partida interminable de
ajedrez, donde reyes y reinas gobiernan un mundo en el que la ignorancia
persevera.